viernes, 26 de marzo de 2010

Capitulo 7

Esta novela se desarrolla durante el año 2010

CAPITULO 7

Cuando el avión despegó, nosotras nos empezamos a ir, pero nos llevamos la sorpresa más grande de nuestras vidas.

En la puerta estaba Tom Kaulitz. Si, él mismo. No se como había logrado escapar sin que las fans lo vieran, o que yo lo viera, pero ahí estaba. Se acercó a mí y me dio la mano. Me llevó hacía un lugar con menos gente porque las fans iban a empezar a salir y se darían cuenta de que Tom estaba. Me subió a un auto, mientras yo veía las caras de mis amigas. Estábamos las tres en completo shock.

El auto empezó a andar y yo veía a mis amigas por el vidrio de atrás.

- Tom, ¿a dónde vamos? – le pregunté asustada, porque esto era algo así como un secuestro.

- Ya vas a ver. – me dijo quedándose en absoluto silencio después.

- En serio, dime a donde vamos. – le dije con voz más agresiva, pero solamente me sonrió y no dijo ni una palabra.

Yo intentaba mirar a donde íbamos, pero Tom había tapado los vidrios. Parece que esto no fue algo que se le ocurrió en el momento. Lo tenía planeado.

- Tom Kaulitz Trümper, me vas a decir a donde vamos en este instante o me enojaré contigo. – le dije en un tono un poco más relajado.

- No te diré hasta que lleguemos. – eso fue todo lo que me dijo y no volvió a abrir su boca durante todo el viaje.

- Ya poh Tom, no seas así, dime a donde vamos – le repetí al menos diez veces durante el viaje. No me dijo nada. Ni se movía. Solo me miraba estático.

Un rato después me aburrí de preguntarle y me puse a pensar en lugares donde me podría llevar. Pasada la media hora de viaje me aburrí tanto y como no había dormido mucho, me quedé dormida.

Mi sueño podría haberse clasificado como raro, excepto porque la realidad estaba igual o más loca. Soñé que era un día normal y estaba en mi casa en el computador cuando de repente sonó el timbre. Me paré para abrir y me encuentro con la sorpresa de que Nick Jonas estaba en mi puerta. Yo le abría muy confundida y le preguntaba que hacía ahí. Él me respondía que vino a buscarme porque necesitaba estar conmigo. Yo me quedaba en shock porque nunca antes lo había conocido (por si no se dieron cuenta, mi sueño ocurría antes de todo este atado). Y ahí él me respondía algo que me dejaba completamente helada. Me dijo que él había soñado conmigo, que sabía perfectamente que yo era real y que era para él. Yo en el sueño me desmayaba después de eso y despertaba al lado de Tom Kaulitz en un lugar que no recuerdo. Lo único que recuerdo de esa parte del sueño es que él me decía exactamente lo mismo que Nicholas. En ese minuto desperté.

Me di cuenta que me había dormido un poco más de media hora, por lo que llevábamos más de una hora de viaje y todavía no llegábamos al destino.

- Perdón por quedarme dormida, pero no había dormido mucho durante la noche. – le dije con voz avergonzada.

- No te preocupes – me dijo. – Te ves muy linda cuando duermes. - En ese momento sentía como mis mejillas se ponían rojas.

- Gracias. – le dije muy halagada. – Oye, ¿a dónde vamos? – le repetí por enésima vez.

- Si vas a estar preguntando eso, mejor duérmete. – me dijo.

- No vuelvo a preguntar, lo prometo. – le dije ya que no quería volver a dormir. – Entonces, ¿Cuánto falta? – le pregunté con un tono en broma. Me miró con cara de “enojado”. – No, broma, broma. – le dije. – si no te puedo preguntar eso, ¿te puedo preguntar otra cosa? –

- Cualquier otra cosa que no tenga que ver con a donde vamos o cuanto falta. – me dijo mirándome a los ojos. Sentí la necesidad de mirar a otro lado.

- ¿Cómo te bajaste del avión, o nunca subiste, sin que nadie se diera cuenta? ¿Tu hermano y Georg y Gustav saben que estas acá? – le pregunté realmente curiosa.

- Si, ellos saben, de hecho cuando te vi en el aeropuerto pensé en acercarme y Bill me dijo “Acuérdate del plan” y por eso no me acerqué. Y nunca me subí al avión. No se como nadie se dio cuenta, pero menos mal que así fue. – me dijo.

- ¿Pero no tienen conciertos en otros países? – le pregunte muy curiosa.

- Si, pero no me importa en este minuto. Bill inventará alguna excusa, espero. – dijo, esperando que su hermano inventara algo bueno y luego sonrió.

- Tengo una última pregunta para ti. Una que necesito que me respondas lo más honestamente posible. – le dije seriamente.

- Si, te lo responderé. – dijo preocupado por el tono que usé al hacer la pregunta.

- ¿Qué es lo que tanto te atrae de mí? ¿Por qué tienes esta clase de obsesión conmigo? – le pregunté, realmente nerviosa de lo que me pudiera responder.

- No me vas a creer pero… - me dijo, pero fuimos interrumpidos por el chofer, el cual nos hizo saber que habíamos llegado. Llevábamos conversando una hora, por lo que el viaje duró poco más de dos horas.

Tom se bajó del auto y cuando me iba a bajar, me dijo que lo esperara un par de minutos dentro del auto. Me quedé sentada en el auto pensando en lo que me había dicho recién. “No me vas a creer pero...” daba vueltas en mi cabeza, cuando recordé que Nick me había dicho lo mismo. Ambos usaban las mismas palabras, y ambos iban a decirme algo que yo no iba a creer.

Estaba pensando en eso y tratando de adivinar que era eso tan difícil de creer que ambos tenían que decirme, cuando Tom abrió la puerta y me dejó bajar. Estábamos en una playa. En una playa de Viña para ser exactos, pero estaba completamente vacía. No había nadie más que él y yo. Bueno, el chofer también estaba, pero ni se sentía. Caminamos un par de metros y vi en el suelo un mantel con una canasta de comida.

- Tom, ¿Qué es esto? – le pregunté completamente atónita.

- ¿Te gusta? – Asentí con la cabeza – Lo preparé para que pasáramos el día juntos, y lejos de todos.

- Pero Tom, mis amigas tienen que estar preocupadas, no saben donde estoy. Y mi mamá se preocupará también si no llego a cenar.

- Lo tengo todo resuelto. Mientras dormías en el auto te saqué el celular del bolsillo y llamé a tus amigas. Le dije que te iba a llevar a la playa y que estaríamos todo el día fuera, así que les pedí que llamaran a tu mamá para que le dijeran que ibas a cenar con ellas. – me dijo y eso me tranquilizó un poco.

Nos sentamos y comimos lo que él había preparado. Aunque no lo crean no eran tallarines, si no que eran unos sándwiches y en realidad estaban muy ricos.

Mientras comíamos empezamos a conversar de todo un poco, y aunque la conversación estaba entretenida, necesitaba saber que era lo tan increíble que me tenía que decir. Cuando por fin me decidí a sacar el tema, Tom me invitó a caminar por la playa y eso cortó mi inspiración, pero también me dio una posibilidad de volver a preguntarle, esperando que esta vez no fuéramos a ser interrumpidos. Empezamos a caminar y seguimos la conversación.

- Está muy linda la playa – dije, disimulando mi necesidad de preguntarle.

- Más linda eres tú – me dijo y con eso sentí que mis mejillas se volvían de color rojo intenso.

- Gracias – le dije algo avergonzada. – ¿Cómo se te ocurrió traerme a la playa? – le pregunté curiosa.

- Aunque adoraría llevarme el crédito, debo admitir que fue idea de mi hermano. Le conté todo lo que había pasado porque se dio cuenta, igual que siempre, de que estaba decaído. – dijo, pero no lo dejé terminar la frase para preguntarle

- ¿Y qué le dijiste?

- Bueno, le conté desde el aeropuerto hasta la vez que te llamé por teléfono diciéndote perdón. Bueno, en fin, le conté a Bill y él me dijo que me debía quedar, al menos para arreglar este tema contigo, ya que estaría demasiado decaído para hacer un show. Cuando le dije que me quedaría y que quería sorprenderte de alguna manera, me dijo que te llevara a la playa. Llamamos a un par de personas y lo organizamos todo. – me dijo mirándome fijamente a los ojos.

- ¿Y cómo encontraste una playa tan vacía? – le pregunté realmente curiosa.

- Bueno, esta playa no es muy conocida y con un par de contactos logré que la cerraran por un par de horas. – me dijo.

- Nunca imaginé, ni en mis más locos sueños, que Tom Kaulitz cerraría una playa por mí. Esto supera por mucho a la fantasía. – dije, más para mi misma que para él.

- Y yo nunca pensé enamorarme tan profundamente de alguien – dijo, en respuesta de lo que yo había dicho. Y aprovechando el atardecer dije:

- Ya que estamos en eso, te preguntaré lo mismo que te pregunté en el auto, y espero que ahora no nos interrumpan. ¿Qué es lo que tanto te atrae de mí? ¿Por qué tienes esta clase de obsesión conmigo? – le pregunté mirándolo directamente a los ojos, ansiosa por saber finalmente la respuesta.

- No me creerás ni en un millón de años – dijo seriamente sin apartar sus ojos de los míos – pero…

lunes, 15 de febrero de 2010

Capitulo 6

Esta novela se desarrolla durante el año 2010

CAPITULO 6:


Media hora después de pedir la pizza, sonó el timbre. La mamá de Anto fue a abrir, pero se llevó una gran sorpresa.

- ¡Anto, Dani, Andre! – dijo gritando desde el primer piso. – ¡Vengan AHORA!

Nosotras pensamos que algo malo habíamos hecho o que quería que la ayudáramos con las pizzas. Yo bajé primero y cuando vi porqué nos llamaba, me desmayé en la escalera.

Lo siguiente que recuerdo es que desperté en el hospital, con una enfermera revisándome la presión.

- ¿Cuanto rato estuve desmayada? – pregunté desorientada. - ¿Mi mamá sabe que estamos acá?

- Si, tu mamá esta aquí – dijo Anto – yo y Dani hemos estado acá todo el rato.

- Llevabas desmayada media hora. Parece que verlo te bajó mucho la presión o el azúcar o algo así. – me dijo Dani, quién tenía una cara de preocupación.

- ¿Y dónde está él? – pregunté.

- Lo mandamos al hotel. Se dio cuenta que te desmayaste y trató de ayudarte, pero nosotras, y mi mamá, lo echamos y se fue. O al menos eso creo. – Dijo Anto.

- Apenas se salió de la puerta, te subimos al auto y te trajimos. Nos asustaste demasiado. – Dijo Dani.

- Esperen, ¿cómo que ‘al menos eso creo’? – Dije confundida – ¿no saben si se fue o si las siguió? – dije exaltada.

- Pues… - Dijo Anto, pero mi mamá entró y la interumpió.

- Hola hija, ¿Cómo estás? – me preguntó muy preocupada.

- Bien mamá, en serio. Me siento mejor. De hecho podría ir a una fiesta de lo bien que me siento. – le dije con humor, porque no sabía si ella sabía todo lo que había pasado.

- Nada de fiestas – respondió mi mamá muy seria. – Y nada de conciertos por un tiempo.

- ¿Por qué nada de conciertos? – dije algo asustada por la respuesta.

- Porque parece que te hacen mal. – me dijo con una sonrisa en su cara. Yo pude respirar tranquila, nadie le había dicho nada.

- ¿Pero va a poder ir a quedarse a dormir a mi casa? – preguntó Anto. – Porque tenemos 2 pizzas gigantes y tres películas esperándonos.

- Si claro, no veo porqué no. – dijo mi mamá.

Cuando la enfermera terminó de revisarme la presión y todo, nos pudimos ir. Mi mamá se fue primera y después nosotras íbamos con la mamá de Anto hacia el auto, el cual estaba estacionado algo lejos de la entrada. Cuando me iba a sentar en el auto, me di cuenta de que él no se había ido, si no que nos había seguido. Le dije a la mamá de Anto que necesitaba ir al baño antes de irnos y les dije a las chicas que me acompañaran por si acaso. Ambas salieron del auto y entramos al hospital. Cuando estábamos en el baño les dije:

- No quería ir al baño en realidad.

- ¿Qué querías hacer entonces? – me dijo Dani.

- Parece que no se dieron cuenta, pero él nos siguió.

- ¿Él? ¿Cuál él? – me preguntaron ambas muy confundidas, como si no supieran que pasaba.

- Por favor, no hagan preguntas tontas – les dije alterándome un poco. – ¡saben perfectamente de que estoy hablando!

- ¡AH!, ¿y que vas a hacer? – me preguntó Anto.

- Voy a hablar con él. – dije decidida.

- ¿Estás segura? – me preguntaron ambas preocupadas.

- Si, tengo que enfrentarlo. Además solo es un chico, he hablado con miles de chicos en mi vida. – dije nerviosa, pero tratando de calmarme. Sabía que no era un chico más.

- Ok, pero tiene que ser corto o mi mamá se preocupará. – dijo Anto, tratando de entender mi decisión.

Salí del baño y empecé a vagar por el hospital. Lo había visto entrar detrás de nosotras, así que tenía que estar por ahí. Y así era. Caminé un par de pasos y me lo encontré.

- Hola – me dijo – ¿Cómo estás? – me preguntó preocupado.

- Estoy bien, gracias. – dije.

- Oye, lamen… - dijo, pero lo interrumpí.

- Antes de que digas nada, necesito preguntarte algo. – Dije nerviosa - ¿Cómo sabías donde estaba? Porque ni siquiera es mi casa, es la de mi amiga.

- Bueno, después de que saliste corriendo, miré al otro tipo con cara de odio porque por su culpa te habías ido y te seguí. – hizo una pausa y después agregó. – Entonces tomé un taxi y pedí que te siguiera.

- Pero porqué no tocaste el timbre al tiro y esperaste tanto rato – le dije, tratando de entender.

- Porque todo ese rato estuve dudando si hacerlo o no. Y finalmente me decidí.

- Pero, ¿por qué haces todo esto? ¿Por qué tanto interés en mi? – dije en serio curiosa, porque nadie nunca había puesto tanta atención en mi y ahora dos súper estrellas se pelean por mi.

- Pues, no me vas a creer pero…. – dijo, pero fuimos interrumpidos por mis amigas, quienes me dijeron que nos teníamos que ir.

- Adiós – le dije y él me dio un beso en la mejilla.

Salimos corriendo hacia el auto y le dijimos a la mamá de Anto que nos habíamos demorado porque cuando salíamos Dani le dieron ganas de ir y nos tuvimos que devolver. Cuando llegamos a la casa de Anto nos pusimos a hablar:

- Cuéntanos que pasó, ¿Qué le dijiste? – preguntó Anto exaltada.

- Le pregunté como sabía donde estaba y me dijo que me siguió. Y que estuvo dudando un poco de si tocaba el timbre o no. – les dije. – Además me iba a decir porqué está haciendo todo esto, porque le intereso tanto, pero llegaron ustedes y no lo dejaron terminar.

- Perdón, pero es que en serio teníamos que volver al auto. – dijo Dani.

- Si, no se preocupen. – dije, y cambiando de tema – Oigan, ¿y si vemos las películas mejor?

- Ya, yo traigo las pizzas. – dijo Anto.

Estuvimos horas viendo películas y riéndonos a carcajadas. Nos terminamos todas las películas, y las pizzas también, a las 3 a.m. y a esa hora nos quedamos dormidas. Yo no dormí muy bien, pues no podía sacarme de la mente la conversación que había tenido hoy día con él. Con Nick. No podía olvidarme de que me siguió porqué estaba preocupado. A la mañana siguiente, la mamá de Anto nos despertó a las 8 a.m. así que no dormimos mucho. Nos bañamos y vestimos y salimos a las 10 a.m. en dirección al hotel donde se hospedaban ambas bandas. Sabía que Tom, perdón, Tokio Hotel, se iban a las 7 p.m y que Nick, perdón otra vez, Jonas Brothers, se iban al día siguiente. No quería verlos, pero necesitaba hacerlo.

Luego de estar horas afuera dieron las 3 p.m., con mis amigas no estábamos aburriendo y decidimos irnos. Fue ahí cuando vimos que Tokio Hotel se iba rumbo al aeropuerto, ya que tenían que estar como tres horas antes del vuelo y había un gran atochamiento. Nosotras decidimos ir al aeropuerto también, pero como nosotras no viajábamos, teníamos más tiempo para llegar.

Tomamos un taxi y llegamos al aeropuerto 10 minutos antes que ellos. Nos sentamos en unas sillas que estaban cerca de la entrada y cuando aparecieron por la puerta no nos paramos. Yo no me paré en realidad. No tenía ánimos. Estaba cansada y no podía dejar de pensar que respuesta me iba a dar Nick. ¿Que me diría? “No me vas a creer pero…” esa frase se repetía en mi cabeza.

Pasaron 10 minutos hasta que Tom se diera cuenta de que estaba ahí. Se iba a acercar a mi, pero Bill lo tomó del brazo y le dijo algo que le hizo cambiar de opinión. Se sentaron unos cuantos metros de distancia de nosotras y Tom estaba mirándome. Sentía la necesidad de pararme y hablar con él, pero sabía que eso me haría peor.

Pasaron las horas se llenó de fans, por lo que ya no tenía una vista tan clara ha Tom. Con mis amigas nos acercamos a unas ventanas para ver como se subían al avión, pero como era tanta gente que no alcanzamos a ver si se subían todos. Cuando el avión despegó, nosotras nos empezamos a ir, pero nos llevamos la sorpresa más grande de nuestras vidas.

viernes, 29 de enero de 2010

Capitulo 5

Esta novela se desarrolla durante el año 2010

CAPITULO 5:

- Date vuelta. – dijo en voz baja. Cuando me di vuelta estaba Tom en la puerta y Nick mirándolo con celos en los ojos.

- Tom, ¿que haces acá? - le pregunté asustada, porque nunca esperé que esto pasara.

- Vine a buscarte, es mi última noche en la ciudad y no quiero pasarla con nadie más que contigo. – Dijo Tom, mientras yo rogaba que se refiriera a ir al cine o pasear por ahí y no lo que yo pensaba.

- Pero ella está conmigo ahora, no se si te diste cuenta – dijo Nick con celos en su voz.

- Si, pero yo la invité a salir primero, así que ponte a la fila niño. – dijo Tom con voz desafiante.

- ¿Perdón? Andrea está conmigo ahora, así que parece que el “niño” te ganó. – dijo Nick en un tono de burla.

- ¡CHICOS! – Grité – no hay necesidad de empezar a pelear. Miren, ambos son mis mayores amores platónicos y esto es algo así como un sueño para mi, así que les pediría que no lo arruinen peleando. – les dije con voz firme, aunque por dentro estaba temblando. – Nick, Tom tiene razón, él me invitó primero, pero le dije que no porque tenía el concierto. Y Tom, Nick tiene razón, estoy con él ahora, así que por favor espera a que salga y después me junto contigo, lo juro, si solo son las 19.30 ya que el concierto fue temprano.

Tom y Nick se miraron con cara de pocos amigos con mi idea, por lo que les dije: Saben que más, me voy. Llamaré a mis amigas y me voy. No tengo porque estar soportando sus malas caras. ¡ME VOY!

Después de eso salí corriendo mientras marcaba el número de Dani para preguntarle donde estaban.

- ¿Aló? ¿Andre donde estas? – me preguntó

- Estoy yendo hacia la salida del lugar. ¿Dónde están? – le pregunté llorando.

- ¿Estás llorando? – me preguntó preocupada de lo que había pasado.

- Después te cuento, ahora dime donde están. – le dije, tratando de dejar de llorar, aunque sabía que eso iba a ser imposible.

- Estamos en la salida. Ven lo más rápido que puedas, la mamá de la Anto está aquí esperándote.

- Ok, voy corriendo. – le dije y colgué el teléfono. Me sentía mal, me sentía perdida, me sentía tonta. Tenía muchos sentimientos encontrados. Corrí lo más rápido que pude tratando de no pensar en nada y tratando de secarme las lágrimas para no preocupar a la mamá de Anto.

Cuando llegué al auto, tenía los ojos rojos y no podía dejar de llorar por más que lo intentara. Anto me ofreció, y a Dani también, a quedarme a dormir en su casa para que pudiéramos estar todas juntas y así yo poder desahogarme. Yo acepté y llamé a mi mamá. Traté de disimular que estaba llorando, pero igual notó algo así que cuando me preguntó si estaba bien solamente le dije que había quedado sin voz después del concierto y ella me creyó.

Cuando llegamos a la casa de Anto fuimos a su pieza y nos encerramos.

- OK, ¿que pasó amiga? – me preguntó Dani.

- Si, ¿Por qué quedaste así? ¿Qué hizo Nick? – me preguntó Anto realmente preocupada por mi.

- No fue solo Nick el que hizo algo. – dije con la poca voz que tenía – Tom se metió a los camarines y nos interrumpió. Luego los dos empezaron a pelear y yo les pedí que pararan. Les dije que ambos eran mis mayores amores platónicos y que era como un sueño para mí y les pedí que por favor no pelearan. Le expliqué a Nick que Tom me invitó a salir primero y que le dije que no por el concierto y a Tom le dije que estaba hablando con Nick y que saldría con él pero que me esperara afuera. Ambos se miraron con cara de odio hacia el otro y fue cuando exploté y les dije que me iba porque no quería estar viendo sus malas caras. Salí corriendo de ahí y las llamé.

- No puedo creerlo. Amiga, ¿y que piensas ahora? – me preguntó Dani

- Me siento una tonta por gritarles, porque ambos son un sueño para mí y ahora quizás lo arruiné todo. Además me siento arrepentida por empezar y coquetear con ambos. Debería haber actuado como una fan normal y solamente haberles pedido un autógrafo. Y me siento alagada porque ambos se fijaron en mí.

- Dios amiga, no te mortifiques, no es tu culpa. Nada de esto es tu culpa – me dijo Anto.

En ese segundo empezó a sonar mi celular. Primero pensé que era mi mamá para ver si de verdad estábamos en la casa de la Anto, pero luego me di cuenta que el número que llamaba era el celular de la Anto.

- Anto, ¿por qué me estás llamando? – le pregunté.

- No te estoy llamando. ¡UPS! – dijo con voz de urgida.

- ¿Qué? – le pregunté.

- Tom se quedó con mi celular. Me lo pidió para supuestamente llamar a Bill y parece que hay fue cuando te buscó y nunca me devolvió mi celular. – me respondió con cara de arrepentida porque sabía que esto no arreglaría las cosas.

- ¿Qué hago? ¿Contesto o no? – les pregunté a mis amigas, que no sabían que hacer tampoco. Dejé que el teléfono sonara hasta que Tom cortara, pero me llamó otras tres veces. A la cuarta llamada decidí contestar. - ¿Aló? – dije tratando de sonar normal y puse el teléfono en altavoz.

- ¿Aló Andrea? Soy yo Tom. – sonaba arrepentido, como si quisiera disculparse.

- Si, si se – le dije fríamente. - ¿Qué quieres?

- Solamente llamaba para decirte que lamento haberme comportado así. Debí haber salido y esperarte como me pediste y ahora estarías conmigo. – dijo con voz de arrepentido, lo que me derritió, y aunque traté de no demostrarlo dije:

- ¿Dónde estás?

- En el hotel, haciendo las maletas. – dijo con voz apenada.

- ¿A qué hora se van mañana? – pregunté tratando de sonar como que no me interesara, aunque por dentro estaba muriendo de pena por no poder verlo.

- Nos vamos en la tarde, como a las 19.00 horas. – Dijo - ¿por qué preguntas? – preguntó con voz casi esperanzada por como la respuesta iba a sonar.

- Emmm… no, por nada… - dije tratando de no sonar como que lo quería ver. –Oye, me tengo que ir. La batería de mi celular esta acabándose – dije, obviamente era mentira, pero necesitaba colgar el teléfono. – Adiós Tom.

- Adiós – dijo con voz apenada, una voz que ya había aprendido a reconocer.

Lo siguiente que hice fue colgar y una lágrima cayó por mi mejilla. Por alguna extraña razón hablar con Tom me recordó a Nick, el pobre ni siquiera tenía la culpa de lo que había pasado y yo le grité.

- Andre, olvídate de lo que acabas de hablar con Tom. Esto te está haciendo mal. - me dijo Anto con voz preocupada. Yo estaba agradecida por las amigas que tengo.

- Si, ya se, pero no me lo puedo sacar de la cabeza, ni a Nick. – dije, casi llorando.

- Ya, no te preocupes por eso. Vamos a comprar pizza y ver unas películas para que te despejes. Y nada de películas románticas, si no de comedia. O la que tú quieras. – dijo Dani.

Llamamos por teléfono y pedimos dos pizzas grandes para nosotras tres. También arrendamos unas películas por Internet. Lo mejor es que te las llevan a la casa. Arrendamos Supercool, Scary Movie 1 y El Diablo Viste A La Moda.

Media hora después de pedir la pizza, sonó el timbre. La mamá de Anto fue a abrir, pero se llevó una gran sorpresa.

lunes, 25 de enero de 2010

Capitulo 4

Esta novela se desarrolla durante el año 2010.

CAPITULO 4:


Nos arreglamos para ir al concierto y nos fuimos a las 15.00. Cuando llegamos vimos que los Jonas estaban afuera firmando algunos autógrafos. Obviamente nos acercamos a ellos y me di cuenta que Nick me estaba mirando. Joe y Kev me dieron los autógrafos y Nick me dijo:

- Tú eres la chica que chocó con el poste de luz.

- Si – Le conteste y me puse roja – No puedo creer que te acuerdes.

- Como no me iba a acordar de ti, si me llamaste la atención desde el aeropuerto.

- ¿En serio? – le pregunte haciéndome la coqueta. – ¿y por qué te llamé la atención?

- Porque encuentro que eres muy bonita.

Sentía que mis mejillas estaban cada vez más rojas. Lamentablemente Nick tenía que entrar al establecimiento porque quedaba 1 hora para el concierto y tenían que calentar la voz. Yo también tenía que entrar y no podía esperar a que Nick me mirara durante el concierto.

La hora se me pasó corta conversando con mis amigas. Las dos no podían creerme lo que había pasado con Tom la noche anterior y menos que Nick se acordaba de mi. Estuve toda la hora tratando de convencerlas que no estaba inventando, de que todo era verdad, pero no me creían mucho.

Cuando el concierto empezó, nos pusimos a gritar como locas y obviamente nos sabíamos todas las canciones. Pero yo no me podía sacar esas palabras de la mente: “Eres muy bonita”. Y después se me venían a la mente las palabras de Tom: “¿Te veo mañana?”. Mientras yo pensaba en eso, los Jonas empezaron a cantar When You Look Me In The Eyes. Mi canción favorita. Así que me puse a gritar como loca durante la canción. Cuando Nick se para del piano y se acerca al público se acercó hacia donde yo estaba. Cuando estaba mirando yo le hice una seña preguntándole si me miraba a mí y él me guiñó un ojo. Yo me sentía en las nubes. Nick Jonas me cantaba mi canción favorita.

El concierto siguió y antes Before The Storm preguntó quién se sabía la canción, a lo que todas levantamos las manos, pero Nick se acercó a mí y me subió al escenario. Yo estaba MUY feliz porque podría cantar con él. (¿Les conté que canto bien? ¿No?, bueno, ahora les digo). Empecé y los ojos de Nick se abrieron con sorpresa. Mi voz sonaba mejor que lo normal, quizás por el hecho que estaba cantando con Nick. Todo iba bien hasta que a la mitad de la canción vi en el público a una persona que no debería estar ahí. Tom Kaulitz estaba al lado de mis amigas mirándome con los mismos ojos sorprendidos que Nick por mi voz. Tenía ganas de bajarme del escenario y preguntarle que hacía ahí, pero también tenía ganas de que ese momento especial no terminara. Cuando la canción finalmente terminó, Nick me abrazó y me dijo que me fuera a los camarines. Yo quedé sorprendida, pero le hice caso. Un par de minutos después de que me fuera a los camarines, mi celular empezó a vibrar.

- ¿Aló? – dije sin siquiera mirar el número que llamaba.

- ¿Qué onda? ¿Dónde estás? – Me preguntó. Era mi amiga Anto.

- En backstage estoy, ¿por qué preguntas?

- Porque no se si te diste cuenta en el escenario, pero Tom Kaulitz esta aquí y te está buscando.

- Si, si lo vi. ¿Qué esta haciendo aquí? – le pregunte.

- Dijo que se acordó que tú ibas a estar acá y vino para estar contigo – me dijo y agregó - ¿Qué le digo?

- Pásale el teléfono. Déjame hablar con él – le dije con voz preocupada.

- ¿Aló? – Era Tom - ¿Dónde estas?

- Nick me dijo que fuera al Backstage cuando terminamos de cantar. ¿Qué haces acá?

- Vine para estar contigo, ya que mañana seguimos con el tour.

- Si se que siguen con el tour y en serio que me gustaría haber podido salir contigo hoy, pero estoy acá. Hay que esperar hasta el final del concierto para ver que onda.

- Ok, pero promete que llamarás cuando salgas de ahí.

- Lo prometo, pero ¿a que número tengo que llamar? – le pregunte ansiosa, porque no podía creer que él de verdad estaba dispuesto a esperar todo el concierto para verme.

- Llama a este número, porque no me voy a ir a ninguna parte hasta que tú salgas.

En ese minuto sentí que me derretía. Me conocía desde hace un día y ya no me quería dejar. Eso era algo con lo que había soñado, pero que nunca pensé que se volvería realidad.

- Ok… te llamaré. Adiós.

- Adiós.

Colgué el teléfono y me acerque al escenario para poder ver el resto del concierto. Quedaba al menor la mitad del concierto todavía y yo no me podía olvidar de todo lo que había pasado recién. Nick subiéndome al escenario y Tom estando ahí solamente porque quería verme. Cuando terminó el concierto, Nick se fue a cambiar de ropa y luego se acercó a mí.

- ¿Por qué me hiciste venir? – le pregunte muy curiosa por saber la respuesta.

- Porque vi a Tom Kaulitz en el público y me di cuenta como te miraba, así que supuse que no vino a nuestro concierto porque sea un fan. – me dijo, con un tono celoso cuando nombró a Tom.

- Pero eso no responde mi pregunta. ¿Por qué me hiciste venir? – le pregunté una vez más con tono impaciente.

- Porque supuse que te irías con él y no me gustaría verte salir con otro hombre.

- Por qué no si no me conoces, ni siquiera te sabes mi nombre.

- Si se, pero siento que hay una conexión especial contigo. ¿Cuál es tu nombre? – me preguntó

- Andrea.

- ¿Y que edad tienes? – me preguntó. – porque yo tengo 17.

- Si se Nick, yo tengo 18. Cumpliré los 19 en 6 días.

- En ese caso dame tu número telefónico para llamarte cuando sea el día. – te dijo con esperanza de conseguir tu número.

- OK, mi numero es… - en ese momento empezó a sonar tu celular. – Discúlpame un segundo, tengo que contestar. – Me alejé un poco y contesté. - ¿Aló?

- Hola, ¿dónde estás? – dijo la persona al otro lado del teléfono.

- ¿Tom, eres tu? – pregunte sabiendo perfectamente que era él.

- Si, ¿dónde estás? – me preguntó por segunda vez con voz ansiosa.

- En los camarines, todavía no salgo.

- Pero en cual parte, porque te estoy buscando.

- ¿¡QUÉ!? – le pregunté casi gritando, pero bajé la voz de inmediato. - ¿Cómo? ¿Dónde estás?

- Date vuelta. – dijo en voz baja. Cuando me di vuelta estaba Tom en la puerta y Nick mirándolo con celos en los ojos.

viernes, 8 de enero de 2010

Capitulo 3

Esta novela se desarrolla durante el año 2010.

CAPITULO 3:

Cuando estuvo al lado mío me dijo: Hola, te vi en el concierto. Yo le contesté que me encantó el concierto y que me encanta como toca la guitarra. Él me dijo que se dio cuenta que estaba ahí durante la primera canción, pero que me miró más durante la cuarta. Yo le dije que si me fijé que me miró pero que no me había fijado que me miró toda la canción (cosa que es mentira).

Bill empezó a llamar a Tom y éste le contestó que éramos fans y que solo le estábamos diciendo que el concierto fue genial y que iba al tiro. Se despidió y se fue a sentar. Mis amigas no podían creer lo que acababa de pasar. Tom Kaulitz se había acercado a mí para decirme que me vio en el concierto. Antonia se tuvo que ir porque su mamá no la iba a dejar llegar tan tarde (eran 22.00 y se demoraba como media hora en llegar a su casa), por lo que me quedé sola con Daniela. Estuvimos conversando sobre lo genial que estuvo el concierto sin hablar de lo que había pasado con Tom. También hablamos de lo genial que iba a ser el concierto de los Jonas Brothers al día siguiente, lo que les recordó que no se podían ir muy tarde a sus casas.

Cuando eran las 22.50, Daniela se fue a su casa, dejándote sola. Ella ofreció llevarte a tu casa, ya que su mamá la fue a buscar al hotel, pero tú preferiste quedarte un rato más. Ya a las 23.00, los Tokio Hotel se pararon de su mesa y se fueron a sus habitaciones. Bueno, todos menos Tom, quien se quedó sentado hasta que los demás subieron al ascensor. Cuando ya se habían ido los otros tres, se paró de su asiento y se sentó conmigo. Traté de hacerme la calmada, la que no estaba saltando de felicidad por dentro. Él me dijo:

- Hola, me llamo Tom, ¿y tú?- me preguntó con voz canchera.

- Soy Andrea. – dije, tratando de sonar coqueta.

- ¿Y cuantos años tienes? – siguió la conversación.

- Tengo casi 19.

- Casi 19 no es una edad. O tienes 18 o tienes 19…

- Jajaja, tienes razón. Tengo 18, pero cumplo 19 en una semana.

- Me acordaré, lo prometo. – dijo con una sonrisa en su rostro. – ¿Cómo lo pasaste en el concierto?

- Muy bien – le dije – Estuvo buenísimo. Tu hermano canta muy bien en vivo.

- Si, supongo. Pero ya no es tan genial después de escucharlo 20 años

- Jajaja, no seas así con tu hermano, si sabes que canta bien.

- Si, pero no me acerqué a ti para hablar de Bill. – dijo, tratando de cambiar el tema.

- Bueno, ¿entonces que quieres hablar? – dije, con voz MUY coqueta, pero en ese instante empezó a sonar mi celular. – perdón, pero tengo que contestar. ¿Aló? ¿Estás afuera? Ya, salgo al tiro. Bye.

- ¿Quién era?

- Mi mamá, esta afuera, me tengo que ir. – me paré para irme, pero Tom me agarró del brazo y me dio un beso en la mejilla.

- ¿Te veo mañana? – preguntó, con esperanza.

- No puedo, mañana es el concierto de los Jonas Brothers y tengo entradas en primera fila. – vi como se le ponían los ojos tristes. – Bueno, me voy. Chao.

- Adiós.

No podía creerlo, Tom Kaulitz quería juntarse conmigo. Tenía que contarle a mis amigas, pero en la mañana, porque eran las 23.30 y tenía que acostarme para ir al concierto del día siguiente.

A la mañana siguiente llamé a mis amigas y les dije que nos juntaríamos en mi casa para irnos juntas al concierto. Y les dije que tenía algo muy importante que contarles. Llegaron a las 13.00 y lo primero que hicieron fue preguntarme que era lo tan importante que tenía que contarles.

- ¿Qué es tan importante que tuviste que dejarnos con la duda toda la mañana? – dijo Dani, quien es la mas impaciente.

- Si, cuenta, cuenta, cuenta! – dijo Anto, también impaciente.

- Ok, les digo. Lo que pasa es que ayer me quedé hasta más tarde en el hotel y cuando los chicos de Tokio Hotel se fueron a sus piezas, Tom se acercó a mí y estuvimos conversando un rato, e incluso quería que nos juntáramos hoy día, pero le tuve que decir que tenía el concierto de los Jonas. – les dije, mirando sus expresiones. No podían creerlo.

- ¿Y le dijiste que no a Tom Kaulitz? ¿Estás Loca? – me dijo Dani.

- No, pero es verdad. Además se van mañana y sería como un sueño pero inconcluso. – les dije con un tono un poco triste.

- Pero con mayor razón deberías haber aceptado. – me reprochó Anto. – No ves que quizás nunca más lo veas.

- Si se, si se… Pero ya, lo hecho está hecho. Ahora arreglémoslos para el concierto de hoy.

Nos arreglamos para ir al concierto y nos fuimos a las 15.00. Cuando llegamos…

viernes, 1 de enero de 2010

Capítulo 2

Esta novela se desarrolla durante el año 2010.

CAPITULO 2:


Y es así como inició todo…

Tokio Hotel llegó a Chile a las 11.00 a.m. y yo estaba bien cerca de la puerta por la que ellos saldrían. El primero en aparecer fue Bill, el cual firmó un par de autógrafos (incluyendo uno para mí) y se fue rápido. El siguiente en aparecer fue Gustav, quien también me firmó un autógrafo. Luego apareció Georg, quien no logró pasar de inmediato porque el lugar se había llenado más. Tom fue el que más tiempo tardó en aparecer, así que el reloj avanzaba y dieron las 12.30. Los Jonas Brothers llegaron a las 12.00, por lo que también estaban a punto de salir. Y en ese minuto, Tom aparece. Iba al lado de Nick, tal vez por casualidad, tal vez por que el destino quería que así fuera. Logré que ambos firmaran mi polera, y me di cuenta que ambos me miraron a los ojos, no se si lo hacen con todas las fans, pero me sentí la persona más feliz del planeta.


Al día siguiente mis amigas y yo fuimos al hotel donde se hospedaba Tokio Hotel, y como llegamos antes de que se llenara, logramos entrar al hotel como si fuéramos a pedir una habitación. Cuando estuvimos adentro nos dimos cuenta que los chicos estaban en el comedor. Nos acercamos tranquilamente como si nos quedáramos en el hotel y nos sentamos en la mesa de al lado de ellos. Mi silla estaba atrás de la de Tom, por lo que si alguno de los dos se paraba, ambas sillas chocarían, y así fue.

Cuando él se paró golpeó su silla contra la mía y se dio vuelta para disculparse: Perdón – dijo él, y luego agregó - ¿Te conozco?.. Si, eres la chica del aeropuerto - Yo estaba emocionada, no podía creer Tom se acordara de mi. Yo le respondí que si y le confesé que nos sentamos ahí para estar cerca de ellos. Él simplemente sonrió y se fue ya que Bill y Georg lo estaban llamando. Yo me sentía en las nubes y mis amigas me miraban con una cara de odio porque Tom habló conmigo, pero también con una cara de ‘bien por ti amiga’.


Con mis amigas salimos del hotel y obviamente yo estaba en las nubes, tanto así que choqué con un poste de luz y caí al suelo. Todo el mundo se dio vuelta a mirarme y yo me moría de vergüenza, pero un chico muy lindo y tierno se acercó a ayudarte. Una vez que me paré me acerqué a ese chico para agradecerle Y me di cuenta de que ese chico tan tierno era Nick Jonas. Me quede pegada mirándolo a los ojos hasta que él me dice: ¿Eres la chica del aeropuerto, verdad? Lo único que atiné fue a decirle que si, que yo había estado en el aeropuerto, pero que quizás me estaba confundiendo con alguien más. Él me dijo que se acordaba de mí, que me autografió la polera justo después de Tom Kaulitz. 'OMG', pensé, 'si se acuerda de mí'. Lamentablemente nuestra conversación no duró mucho ya que Big Rob le recordó que tenían un compromiso en un programa de TV.


Mis amigas quedaron atónitas. No podían creer que Tom y Nick se acordaran de mí, y yo tampoco lograba entenderlo. “¿Por qué se acuerdan de mí, si habían más de 1000 fans ese día en el aeropuerto?” esa pregunta daba vueltas en mi mente una vez que ya estaba en mi casa. Tenía que descansar, ya que el día siguiente era el concierto de Tokio Hotel.

A la mañana siguiente me levanté a las 12.00 p.m. y salí de mi casa a las 13.00 hrs. Me fui a la casa de Daniela, donde nos íbamos a arreglar para el concierto. Ya se lo que piensan, ¿para que arreglarte si vas a un concierto donde el artista ni siquiera se va a fijar en ti? pero nosotras teníamos asientos en primera fila y teníamos la esperanza de que si se fijaran en nosotras. Además Tom ya se había fijado en mí y yo tenía un asiento justo en frente de él, por lo que no podía pasar todo el concierto sin que me mirara. Nos cambiamos, maquillamos y peinamos en 3 horas, por lo que a las 16.00 ya estábamos listas. El concierto no empezaba hasta las 19.00 y teníamos asientos numerados, por lo que no teníamos que estar horas antes. Salimos de la casa de Daniela a las 18.00 para alcanzar a llegar a tiempo, ya que el lugar del concierto estaba un poco lejos.

Llegamos al recinto a las 18.45 y fuimos directamente a nuestros asientos. El concierto empezó a la hora e inició con ‘Humanoid’. Durante las primeras tres canciones, Tom parecía no darse cuenta que yo estaba ahí, pero ya a la cuarta canción, que era Human Connect To Human, Tom me miró fijamente. Y se quedó mirándome por toda la canción, como si tratara de dedicármela o algo (canción en español: http://www.youtube.com/watch?v=G_GmSH709uY&feature=related ). Con el solo pensamiento de que me la estaba dedicando me empezó a dar calor, pero traté de tranquilizarme porque quizás estaba siendo paranoica.

Al final del concierto con mis amigas salimos rápido para poder llegar antes que ellos al hotel. Ellos dejaban el país el 5 de marzo, por lo que cada segundo cerca de ellos vale. Entramos al hotel y nos fuimos al comedor para que no se notara que somos fans de TH. Ellos llegaron 5 minutos después de nosotras y se fueron al comedor. Ahí Tom me miró y empezó a caminar en dirección hacia mí. Yo traté de decirme que estaba alucinando, pero mis amigas también lo veían. Cuando estuvo al lado mío me dijo…

lunes, 28 de diciembre de 2009

ATRAPADA: Capitulo 1

Esta novela se desarrolla durante el año 2010.

CAPITULO 1:


Nunca pensé que estaría en esta situación: atrapada entre mis dos amores platónicos. Quizás lo pensé en mi sueño más loco, pero nunca creí que se volvería realidad.

Pero si les cuento mi historia desde esta parte, no entenderán ni la mitad, así que empecemos por el principio.

Mi nombre es Andrea, tengo 18 años y soy una de las mayores fanáticas de Jonas Brothers y Tokio Hotel. Ya se lo que piensan, como alguien es fan de ambas bandas. Bueno, déjenme decirles que no es imposible, ya que hay varias personas que sienten como yo. Ambas bandas tienen algo que me atrae… pero bueno ya, mejor avancemos en la historia.

Vivo en Santiago de Chile; ya saben, ese país largo y angosto en Sudamérica. Voy en un colegio normal y no soy de las más inteligentes de mi curso, pero tampoco soy tonta.Tengo dos amigas: Daniela y Antonia.

Toda mi historia empezó el día que me enteré que Tokio Hotel venía a Chile. Ellos llegaban en marzo y tenía un mes para juntar la plata antes del inicio de ventas de las entradas, por lo que con mis amigas empezamos a trabajar en una tienda. Para el 31 de enero tenía la plata suficiente para ir a primera fila. Las entradas se comenzaron a vender el 1 de febrero y fui una de las primeras en comprar. Compre adelante, pero no al centro, si no así a la izquierda, lugar que ocupa Tom Kaulitz (guitarrista). El concierto esta fechado para el 3 de marzo. Al día siguiente de comprar las entradas, o sea el 2 de febrero, me entere que los Jonas Brothers vendrían a presentarse el día 4 de marzo y que las entradas se comenzaban a vender el día 10 de febrero.

Con mis amigas decidimos volver al trabajo y en una semana tuvimos el dinero suficiente para la entrada de primera fila. Cuando compré adelante también, pero tampoco logré comprar al centro, así que también compré en el lado izquierdo, lugar que ocupa Nick Jonas.

Ambas bandas llegaron el mismo día al aeropuerto. Ese día nunca lo olvidaré, era el 1 de marzo a las 10.00 a.m. Yo llegué temprano porque quería, o mas bien necesitaba, ver a mis artistas favoritos de cerca.

Y es así como todo inició…