viernes, 8 de enero de 2010

Capitulo 3

Esta novela se desarrolla durante el año 2010.

CAPITULO 3:

Cuando estuvo al lado mío me dijo: Hola, te vi en el concierto. Yo le contesté que me encantó el concierto y que me encanta como toca la guitarra. Él me dijo que se dio cuenta que estaba ahí durante la primera canción, pero que me miró más durante la cuarta. Yo le dije que si me fijé que me miró pero que no me había fijado que me miró toda la canción (cosa que es mentira).

Bill empezó a llamar a Tom y éste le contestó que éramos fans y que solo le estábamos diciendo que el concierto fue genial y que iba al tiro. Se despidió y se fue a sentar. Mis amigas no podían creer lo que acababa de pasar. Tom Kaulitz se había acercado a mí para decirme que me vio en el concierto. Antonia se tuvo que ir porque su mamá no la iba a dejar llegar tan tarde (eran 22.00 y se demoraba como media hora en llegar a su casa), por lo que me quedé sola con Daniela. Estuvimos conversando sobre lo genial que estuvo el concierto sin hablar de lo que había pasado con Tom. También hablamos de lo genial que iba a ser el concierto de los Jonas Brothers al día siguiente, lo que les recordó que no se podían ir muy tarde a sus casas.

Cuando eran las 22.50, Daniela se fue a su casa, dejándote sola. Ella ofreció llevarte a tu casa, ya que su mamá la fue a buscar al hotel, pero tú preferiste quedarte un rato más. Ya a las 23.00, los Tokio Hotel se pararon de su mesa y se fueron a sus habitaciones. Bueno, todos menos Tom, quien se quedó sentado hasta que los demás subieron al ascensor. Cuando ya se habían ido los otros tres, se paró de su asiento y se sentó conmigo. Traté de hacerme la calmada, la que no estaba saltando de felicidad por dentro. Él me dijo:

- Hola, me llamo Tom, ¿y tú?- me preguntó con voz canchera.

- Soy Andrea. – dije, tratando de sonar coqueta.

- ¿Y cuantos años tienes? – siguió la conversación.

- Tengo casi 19.

- Casi 19 no es una edad. O tienes 18 o tienes 19…

- Jajaja, tienes razón. Tengo 18, pero cumplo 19 en una semana.

- Me acordaré, lo prometo. – dijo con una sonrisa en su rostro. – ¿Cómo lo pasaste en el concierto?

- Muy bien – le dije – Estuvo buenísimo. Tu hermano canta muy bien en vivo.

- Si, supongo. Pero ya no es tan genial después de escucharlo 20 años

- Jajaja, no seas así con tu hermano, si sabes que canta bien.

- Si, pero no me acerqué a ti para hablar de Bill. – dijo, tratando de cambiar el tema.

- Bueno, ¿entonces que quieres hablar? – dije, con voz MUY coqueta, pero en ese instante empezó a sonar mi celular. – perdón, pero tengo que contestar. ¿Aló? ¿Estás afuera? Ya, salgo al tiro. Bye.

- ¿Quién era?

- Mi mamá, esta afuera, me tengo que ir. – me paré para irme, pero Tom me agarró del brazo y me dio un beso en la mejilla.

- ¿Te veo mañana? – preguntó, con esperanza.

- No puedo, mañana es el concierto de los Jonas Brothers y tengo entradas en primera fila. – vi como se le ponían los ojos tristes. – Bueno, me voy. Chao.

- Adiós.

No podía creerlo, Tom Kaulitz quería juntarse conmigo. Tenía que contarle a mis amigas, pero en la mañana, porque eran las 23.30 y tenía que acostarme para ir al concierto del día siguiente.

A la mañana siguiente llamé a mis amigas y les dije que nos juntaríamos en mi casa para irnos juntas al concierto. Y les dije que tenía algo muy importante que contarles. Llegaron a las 13.00 y lo primero que hicieron fue preguntarme que era lo tan importante que tenía que contarles.

- ¿Qué es tan importante que tuviste que dejarnos con la duda toda la mañana? – dijo Dani, quien es la mas impaciente.

- Si, cuenta, cuenta, cuenta! – dijo Anto, también impaciente.

- Ok, les digo. Lo que pasa es que ayer me quedé hasta más tarde en el hotel y cuando los chicos de Tokio Hotel se fueron a sus piezas, Tom se acercó a mí y estuvimos conversando un rato, e incluso quería que nos juntáramos hoy día, pero le tuve que decir que tenía el concierto de los Jonas. – les dije, mirando sus expresiones. No podían creerlo.

- ¿Y le dijiste que no a Tom Kaulitz? ¿Estás Loca? – me dijo Dani.

- No, pero es verdad. Además se van mañana y sería como un sueño pero inconcluso. – les dije con un tono un poco triste.

- Pero con mayor razón deberías haber aceptado. – me reprochó Anto. – No ves que quizás nunca más lo veas.

- Si se, si se… Pero ya, lo hecho está hecho. Ahora arreglémoslos para el concierto de hoy.

Nos arreglamos para ir al concierto y nos fuimos a las 15.00. Cuando llegamos…

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