lunes, 15 de febrero de 2010

Capitulo 6

Esta novela se desarrolla durante el año 2010

CAPITULO 6:


Media hora después de pedir la pizza, sonó el timbre. La mamá de Anto fue a abrir, pero se llevó una gran sorpresa.

- ¡Anto, Dani, Andre! – dijo gritando desde el primer piso. – ¡Vengan AHORA!

Nosotras pensamos que algo malo habíamos hecho o que quería que la ayudáramos con las pizzas. Yo bajé primero y cuando vi porqué nos llamaba, me desmayé en la escalera.

Lo siguiente que recuerdo es que desperté en el hospital, con una enfermera revisándome la presión.

- ¿Cuanto rato estuve desmayada? – pregunté desorientada. - ¿Mi mamá sabe que estamos acá?

- Si, tu mamá esta aquí – dijo Anto – yo y Dani hemos estado acá todo el rato.

- Llevabas desmayada media hora. Parece que verlo te bajó mucho la presión o el azúcar o algo así. – me dijo Dani, quién tenía una cara de preocupación.

- ¿Y dónde está él? – pregunté.

- Lo mandamos al hotel. Se dio cuenta que te desmayaste y trató de ayudarte, pero nosotras, y mi mamá, lo echamos y se fue. O al menos eso creo. – Dijo Anto.

- Apenas se salió de la puerta, te subimos al auto y te trajimos. Nos asustaste demasiado. – Dijo Dani.

- Esperen, ¿cómo que ‘al menos eso creo’? – Dije confundida – ¿no saben si se fue o si las siguió? – dije exaltada.

- Pues… - Dijo Anto, pero mi mamá entró y la interumpió.

- Hola hija, ¿Cómo estás? – me preguntó muy preocupada.

- Bien mamá, en serio. Me siento mejor. De hecho podría ir a una fiesta de lo bien que me siento. – le dije con humor, porque no sabía si ella sabía todo lo que había pasado.

- Nada de fiestas – respondió mi mamá muy seria. – Y nada de conciertos por un tiempo.

- ¿Por qué nada de conciertos? – dije algo asustada por la respuesta.

- Porque parece que te hacen mal. – me dijo con una sonrisa en su cara. Yo pude respirar tranquila, nadie le había dicho nada.

- ¿Pero va a poder ir a quedarse a dormir a mi casa? – preguntó Anto. – Porque tenemos 2 pizzas gigantes y tres películas esperándonos.

- Si claro, no veo porqué no. – dijo mi mamá.

Cuando la enfermera terminó de revisarme la presión y todo, nos pudimos ir. Mi mamá se fue primera y después nosotras íbamos con la mamá de Anto hacia el auto, el cual estaba estacionado algo lejos de la entrada. Cuando me iba a sentar en el auto, me di cuenta de que él no se había ido, si no que nos había seguido. Le dije a la mamá de Anto que necesitaba ir al baño antes de irnos y les dije a las chicas que me acompañaran por si acaso. Ambas salieron del auto y entramos al hospital. Cuando estábamos en el baño les dije:

- No quería ir al baño en realidad.

- ¿Qué querías hacer entonces? – me dijo Dani.

- Parece que no se dieron cuenta, pero él nos siguió.

- ¿Él? ¿Cuál él? – me preguntaron ambas muy confundidas, como si no supieran que pasaba.

- Por favor, no hagan preguntas tontas – les dije alterándome un poco. – ¡saben perfectamente de que estoy hablando!

- ¡AH!, ¿y que vas a hacer? – me preguntó Anto.

- Voy a hablar con él. – dije decidida.

- ¿Estás segura? – me preguntaron ambas preocupadas.

- Si, tengo que enfrentarlo. Además solo es un chico, he hablado con miles de chicos en mi vida. – dije nerviosa, pero tratando de calmarme. Sabía que no era un chico más.

- Ok, pero tiene que ser corto o mi mamá se preocupará. – dijo Anto, tratando de entender mi decisión.

Salí del baño y empecé a vagar por el hospital. Lo había visto entrar detrás de nosotras, así que tenía que estar por ahí. Y así era. Caminé un par de pasos y me lo encontré.

- Hola – me dijo – ¿Cómo estás? – me preguntó preocupado.

- Estoy bien, gracias. – dije.

- Oye, lamen… - dijo, pero lo interrumpí.

- Antes de que digas nada, necesito preguntarte algo. – Dije nerviosa - ¿Cómo sabías donde estaba? Porque ni siquiera es mi casa, es la de mi amiga.

- Bueno, después de que saliste corriendo, miré al otro tipo con cara de odio porque por su culpa te habías ido y te seguí. – hizo una pausa y después agregó. – Entonces tomé un taxi y pedí que te siguiera.

- Pero porqué no tocaste el timbre al tiro y esperaste tanto rato – le dije, tratando de entender.

- Porque todo ese rato estuve dudando si hacerlo o no. Y finalmente me decidí.

- Pero, ¿por qué haces todo esto? ¿Por qué tanto interés en mi? – dije en serio curiosa, porque nadie nunca había puesto tanta atención en mi y ahora dos súper estrellas se pelean por mi.

- Pues, no me vas a creer pero…. – dijo, pero fuimos interrumpidos por mis amigas, quienes me dijeron que nos teníamos que ir.

- Adiós – le dije y él me dio un beso en la mejilla.

Salimos corriendo hacia el auto y le dijimos a la mamá de Anto que nos habíamos demorado porque cuando salíamos Dani le dieron ganas de ir y nos tuvimos que devolver. Cuando llegamos a la casa de Anto nos pusimos a hablar:

- Cuéntanos que pasó, ¿Qué le dijiste? – preguntó Anto exaltada.

- Le pregunté como sabía donde estaba y me dijo que me siguió. Y que estuvo dudando un poco de si tocaba el timbre o no. – les dije. – Además me iba a decir porqué está haciendo todo esto, porque le intereso tanto, pero llegaron ustedes y no lo dejaron terminar.

- Perdón, pero es que en serio teníamos que volver al auto. – dijo Dani.

- Si, no se preocupen. – dije, y cambiando de tema – Oigan, ¿y si vemos las películas mejor?

- Ya, yo traigo las pizzas. – dijo Anto.

Estuvimos horas viendo películas y riéndonos a carcajadas. Nos terminamos todas las películas, y las pizzas también, a las 3 a.m. y a esa hora nos quedamos dormidas. Yo no dormí muy bien, pues no podía sacarme de la mente la conversación que había tenido hoy día con él. Con Nick. No podía olvidarme de que me siguió porqué estaba preocupado. A la mañana siguiente, la mamá de Anto nos despertó a las 8 a.m. así que no dormimos mucho. Nos bañamos y vestimos y salimos a las 10 a.m. en dirección al hotel donde se hospedaban ambas bandas. Sabía que Tom, perdón, Tokio Hotel, se iban a las 7 p.m y que Nick, perdón otra vez, Jonas Brothers, se iban al día siguiente. No quería verlos, pero necesitaba hacerlo.

Luego de estar horas afuera dieron las 3 p.m., con mis amigas no estábamos aburriendo y decidimos irnos. Fue ahí cuando vimos que Tokio Hotel se iba rumbo al aeropuerto, ya que tenían que estar como tres horas antes del vuelo y había un gran atochamiento. Nosotras decidimos ir al aeropuerto también, pero como nosotras no viajábamos, teníamos más tiempo para llegar.

Tomamos un taxi y llegamos al aeropuerto 10 minutos antes que ellos. Nos sentamos en unas sillas que estaban cerca de la entrada y cuando aparecieron por la puerta no nos paramos. Yo no me paré en realidad. No tenía ánimos. Estaba cansada y no podía dejar de pensar que respuesta me iba a dar Nick. ¿Que me diría? “No me vas a creer pero…” esa frase se repetía en mi cabeza.

Pasaron 10 minutos hasta que Tom se diera cuenta de que estaba ahí. Se iba a acercar a mi, pero Bill lo tomó del brazo y le dijo algo que le hizo cambiar de opinión. Se sentaron unos cuantos metros de distancia de nosotras y Tom estaba mirándome. Sentía la necesidad de pararme y hablar con él, pero sabía que eso me haría peor.

Pasaron las horas se llenó de fans, por lo que ya no tenía una vista tan clara ha Tom. Con mis amigas nos acercamos a unas ventanas para ver como se subían al avión, pero como era tanta gente que no alcanzamos a ver si se subían todos. Cuando el avión despegó, nosotras nos empezamos a ir, pero nos llevamos la sorpresa más grande de nuestras vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario